Los reguladores financieros son agencias gubernamentales que monitorean y hacen cumplir las leyes relacionadas con los servicios financieros. Normalmente regulan la banca, los seguros, los valores, los derivados y otros mercados financieros para proteger a los consumidores del fraude o el abuso.
El propósito de un regulador es doble: en primer lugar, garantiza que las empresas que ofrecen productos y servicios cumplan con las regulaciones pertinentes; en segundo lugar, brindan orientación a la industria sobre las mejores prácticas para mitigar el riesgo al realizar transacciones comerciales.
Una función principal de un regulador es mantener la estabilidad del mercado garantizando una competencia leal entre los participantes en los mercados secundarios, como las bolsas de valores. Esto ayuda a evitar la manipulación de precios o el uso de información privilegiada, que pueden provocar pérdidas económicas importantes a largo plazo si no se regulan adecuadamente. Los reguladores también actúan como organismo asesor para los inversores al brindarles educación sobre los riesgos de inversión asociados con diferentes tipos de activos como acciones o criptomonedas.
En la mayoría de los países existe al menos una agencia responsable de supervisar todos los aspectos de las actividades relacionadas con las finanzas dentro de su jurisdicción; estos se denominan "supervisores financieros" o "autoridades de supervisión" según la región en la que viva (por ejemplo, la Autoridad de Conducta Financiera [ FCA] supervisa la regulación en todo el Reino Unido). Los supervisores tienen amplios poderes, incluido el establecimiento de reglas que rigen cómo deben comportarse las empresas durante los procesos de ventas (por ejemplo, declaraciones de divulgación de productos), así como la posibilidad de imponer multas/sanciones en caso de que se considere necesario contra quienes no cumplan con los estándares requeridos establecidos por la legislación. aprobado a través del parlamento/congreso, etc. Además, muchos ofrecerán esquemas de protección al consumidor diseñados específicamente para ayudar a las personas afectadas negativamente debido a un comportamiento fraudulento.
