Ataque de menta infinito
Un ataque de menta infinita es un tipo de ataque asociado con redes de criptomonedas que utilizan el algoritmo de consenso de prueba de participación (PoS). Ocurre cuando un atacante tiene una cantidad significativa de monedas en su billetera y las usa para generar monedas adicionales sin ningún límite, devaluando así la moneda existente y debilitando su confiabilidad. El resultado es una presión inflacionaria sobre la red, lo que resulta en una disminución del poder adquisitivo de los poseedores de la moneda afectada.
El concepto fue introducido por primera vez por el informático Emin Gün Sirer en 2016 como parte de su investigación sobre modelos de seguridad PoS. En este caso, un atacante puede obtener control sobre una gran parte del suministro total creando nuevos bloques más rápido que otros usuarios mediante la acuñación continua, es decir, imprimiendo más dinero de la nada. Esto les permite manipular los precios del mercado y aumentar su propia riqueza a expensas de los demás.
Hay varias formas de prevenir o mitigar estos ataques:
– Establecer incentivos económicos, como tarifas de transacción o mecanismos de quema, que disuadan a los atacantes de acuñar nuevas monedas continuamente;
– Instalar salvaguardias como puntos de control que limiten la creación de bloques;
– Utilizar estrategias como el apilamiento o la delegación que aumentan la seguridad contra actores maliciosos;
– Aumentar la descentralización de los nodos para reducir el riesgo de centralización y dificultar que los atacantes adquieran suficiente participación para tener un control mayoritario sobre los recursos de la red;
– Implementación de protocolos como Simplicity, Ethereum 2.0 Casper FFG, Ouroboros Praos, que han demostrado ser eficaces para prevenir ataques 51% en redes blockchain.
