Web 2.0 es un término utilizado para describir la segunda generación de la World Wide Web, que incluye sitios web interactivos y aplicaciones basadas en web que permiten a los usuarios interactuar entre sí en tiempo real. Los aspectos principales de la Web 2.0 son las redes sociales, el contenido generado por el usuario, la colaboración en línea y la computación en la nube.
Los sitios de redes sociales como Facebook y Twitter permiten que las personas se comuniquen entre sí fácilmente compartiendo mensajes, fotografías y vídeos. El contenido generado por el usuario les permite crear su propio contenido en sitios web como YouTube o servicios de blogs como WordPress, donde pueden publicar artículos o historias para que otros los lean o comenten. Las herramientas de colaboración en línea como Google Docs permiten que varios usuarios trabajen juntos en proyectos al mismo tiempo desde cualquier parte del mundo sin tener que estar físicamente presentes en el mismo lugar. Finalmente, la tecnología de computación en la nube permite el almacenamiento de datos y el poder de procesamiento a través de una red de computadoras en lugar de un solo servidor ubicado en una única ubicación física; esto hace que el acceso a la información sea más eficiente ya que no se necesitan grandes cantidades de recursos de hardware (como discos duros) dedicados únicamente a fines de gestión de datos.
Las criptomonedas se han vuelto cada vez más populares debido a su naturaleza descentralizada; en lugar de depender de terceros centralizados (como los bancos), las criptomonedas dependen de la tecnología blockchain, que es un libro de contabilidad digital inmutable que registra todas las transacciones entre dos partes de forma segura utilizando algoritmos de cifrado para que no pueda modificarse ni alterarse una vez registrado en la red blockchain. aumentando así considerablemente la seguridad contra el fraude y el robo de identidad y al mismo tiempo proporcionando una mayor transparencia en comparación con los sistemas bancarios tradicionales, ya que cualquiera puede ver cualquier transacción realizada dentro de la red blockchain de una criptomoneda en particular, siempre que tenga derechos de acceso otorgados por sus creadores/propietarios/desarrolladores/administradores, etc. Además, porque las criptomonedas no requieren intermediarios externos (bancos) cuando se transfieren dinero a través de fronteras ni incurren en altas tarifas asociadas con las transferencias internacionales, lo que hace que las transacciones de criptomonedas sean mucho más rápidas que los métodos convencionales y, al mismo tiempo, reducen significativamente los costos asociados con el procesamiento de pagos en el extranjero.
