Descripción general de los contratos inteligentes
Los contratos inteligentes son un tipo de contrato digital que utiliza la tecnología blockchain para facilitar, verificar y hacer cumplir la realización de transacciones. Los contratos inteligentes brindan a los usuarios una forma eficiente de realizar transacciones sin la intervención de terceros ni aplicación de la ley. Son contratos autoejecutables en los que los términos y condiciones de un acuerdo entre dos partes están escritos en líneas de código. Luego, este código se almacena en una red descentralizada como Ethereum y todos los participantes de la red pueden acceder a él.
¿Cómo funcionan los contratos inteligentes?
Un contrato inteligente consta de tres componentes principales: datos, lógica y estado. El componente de datos contiene los términos y condiciones del acuerdo entre dos partes (el comprador y el vendedor). La lógica define cómo se harán cumplir esos términos; esto podría incluir cosas como calendarios de pago o plazos de entrega de los bienes/servicios que se intercambian. Estado se refiere a cómo se monitorean las obligaciones de cada parte a lo largo del tiempo: rastrea cualquier cambio que ocurra durante el curso de la ejecución de una transacción para que ambas partes sigan siendo responsables de sus respectivas responsabilidades durante toda su duración.
Beneficios e inconvenientes
Los contratos inteligentes ofrecen numerosos beneficios en comparación con los acuerdos contractuales tradicionales ejecutados a través de abogados u otros intermediarios, incluida una mayor precisión (debido a la automatización), costos más bajos (sin necesidad de honorarios legales), tiempos de ejecución más rápidos (porque se ejecutan en un libro mayor distribuido) y mayor seguridad. (el código cifrado no puede ser alterado) y transparencia (todas las partes involucradas tienen acceso). Sin embargo, también existen inconvenientes asociados con los contratos inteligentes: pueden ser difíciles de entender debido a su naturaleza técnica; no podrán dar cuenta de circunstancias imprevistas; pueden carecer de supervisión regulatoria si se implementan fuera de la cadena; y las disputas pueden requerir resolución manual dependiendo de las leyes/regulaciones de la jurisdicción aplicables en un momento dado.