Vista contraria
Una visión contraria es una estrategia de inversión que implica ir en contra del mercado o de la opinión predominante, comprando activos cuando los precios son bajos y vendiéndolos cuando están sobrevaluados. Este enfoque va en contra de la sabiduría convencional de “comprar barato, vender caro” porque requiere que los inversores compren durante los mercados bajistas (precios bajos) y vendan durante los mercados alcistas (precios altos). El objetivo de este estilo de inversión es aprovechar los movimientos de precios para generar rendimientos más altos que los que se podrían lograr mediante una cartera tradicional de compra y retención.
En la inversión en criptomonedas, una visión contraria puede implicar tomar posiciones opuestas a las de otros inversores, así como investigar monedas que han sido pasadas por alto o infravaloradas debido al sentimiento del mercado. Por ejemplo, si la mayoría de los comerciantes de criptomonedas creen que el valor de Bitcoin disminuirá, entonces un inversor contrario puede optar por comprar más bitcoins con la expectativa de que su valor eventualmente aumente nuevamente. De manera similar, si todos los demás ya han invertido mucho en Ethereum pero todavía hay espacio para el potencial de crecimiento, entonces esto podría verse como una oportunidad de obtener ganancias desde una perspectiva alternativa.
Invertir utilizando un enfoque contrario
Los inversores que utilizan este método deben tener una fuerte convicción sobre las inversiones elegidas, ya que estas decisiones a menudo van en contra de lo que otros están haciendo, lo que significa que necesitará acceso a fuentes de datos confiables, como noticias de la industria y herramientas de análisis técnico, para poder tomar decisiones informadas sobre dónde es mejor. coloca tu dinero. Además, contar con algún tipo de estrategia de gestión de riesgos también debería ayudar a mitigar cualquier pérdida potencial incurrida debido a una volatilidad inesperada dentro del espacio de los activos digitales. Por último, recuerde siempre que no todas las operaciones deben seguir la tendencia subyacente: ¡a veces seguir el instinto puede dar sus frutos!
