China y Arabia Saudita han tenido una larga historia de cooperación en muchas áreas. En los últimos años, su relación se ha fortalecido aún más a medida que ambos países buscan diversificar sus economías y desarrollar nuevas fuentes de crecimiento. Como parte de este esfuerzo, los dos gobiernos han tomado medidas para fomentar una mayor colaboración en el floreciente campo de la tecnología de criptomonedas.
La criptomoneda es una forma cada vez más popular de dinero digital que utiliza la criptografía por motivos de seguridad y al mismo tiempo permite a los usuarios realizar transacciones sin intermediarios como bancos o compañías de tarjetas de crédito. Las criptomonedas son redes descentralizadas sin una autoridad central que las gobierne; en cambio, se basan en el consenso entre los participantes (conocidos como mineros) que validan cada transacción realizada en la red utilizando complejos algoritmos matemáticos llamados Prueba de Trabajo (PoW).
En 2018, China y Arabia Saudita anunciaron planes para inversiones conjuntas en nuevas empresas de blockchain en todo el mundo a través de asociaciones entre los gigantes tecnológicos chinos Tencent Holdings Ltd., Alibaba Group Holding Ltd., Baidu Inc., Fosun International Limited, Ping An Insurance Co., CITIC Securities Company Limited y Saudi Arabian Oil Company (Aramco), que busca invertir $10 mil millones anualmente en proyectos innovadores que incluyen criptomonedas durante cinco años desde 2020 hasta 2025. El objetivo no es sólo crear oportunidades para un mayor desarrollo económico, sino también aumentar la transparencia dentro de los mercados financieros aprovechando tecnologías de contabilidad distribuida como las plataformas blockchain.
Las naciones también están explorando formas en que los ciudadanos puedan usar monedas digitales respaldadas por moneda fiduciaria nacional a través de tarjetas de débito emitidas directamente por instituciones gubernamentales como los bancos centrales; Esto podría proporcionar potencialmente enormes beneficios, ya que reduciría los riesgos asociados con la volatilidad de los precios del mercado y al mismo tiempo mantendría los niveles de liquidez necesarios para sostener los sistemas de pagos utilizados en diferentes países o regiones. Además, circulan rumores sobre posibles acuerdos bilaterales entre el Banco Popular de China (PBoC) y la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) junto con Aramco y el Ministerio de Finanzas (MOFSA); De ser cierto, estos acuerdos probablemente ayudarán a reforzar la confianza entre los inversores que buscan invertir más en activos de criptomonedas debido a las mayores protecciones regulatorias que ofrecen estos acuerdos.
Finalmente, cabe señalar que, si bien podemos ver algunos avances positivos derivados de relaciones más estrechas entre ambos países con respecto a las criptomonedas, sigue habiendo mucha incertidumbre en torno a cómo se configurarán las regulaciones dadas las tensiones geopolíticas actuales. Por lo tanto, corresponde a las partes interesadas involucradas tomar todas las medidas de precaución antes de asumir riesgos importantes al negociar actividades relacionadas con criptomonedas que involucren la jurisdicción de cualquiera de las naciones.
