Reapertura de China
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, China ha implementado estrictas restricciones de viaje y medidas de distanciamiento social para contener su propagación. Estas medidas han tenido un impacto dramático en la economía china, provocando pérdidas masivas para empresas de todos los sectores. Sin embargo, a medida que las tasas de infección en todo el mundo comienzan a disminuir, China está iniciando un proceso de reapertura gradual que brindará un alivio muy necesario tanto para sus ciudadanos como para sus empresas.
El enfoque del gobierno chino para la reapertura se puede dividir en dos fases: prevención y recuperación. En la fase uno (prevención), se mantienen los esfuerzos de control existentes, pero se pone mayor énfasis en los servicios de salud pública, como las pruebas y el rastreo de contactos. Esta etapa también incluye brindar más apoyo a las poblaciones vulnerables, como los propietarios de pequeñas empresas, que se vieron gravemente afectados por los cierres durante este período. La segunda fase (recuperación) se centra en promover el desarrollo económico manteniendo al mismo tiempo medidas preventivas eficaces contra nuevos brotes de infecciones por COVID-19 en todo el país. El objetivo final de ambas etapas es garantizar que la población de China permanezca segura y al mismo tiempo estimular una vez más la actividad económica a través de diversos métodos, como impuestos reducidos o subsidios entregados directamente por las agencias del gobierno central de Beijing o los gobiernos locales, respectivamente.
Como parte de estos esfuerzos, se han realizado muchos cambios con respecto al uso de criptomonedas que podrían afectar a los inversores de todo el mundo dependiendo de su ubicación geográfica en relación con China continental; incluidas nuevas regulaciones relativas a los intercambios de activos digitales que operan dentro de las fronteras continentales, además de un mayor escrutinio de las transacciones que involucran a entidades extranjeras a través de sistemas de pagos transfronterizos conocidos como “canales de remesas en el extranjero”. Por ejemplo, a partir del 1 de junio de 2020 en adelante, cualquier transferencia directa entre cuentas extranjeras ubicadas fuera de la jurisdicción continental ahora debe incluir controles KYC/AML adicionales antes de ser procesadas; si no se hace así, esos fondos pueden sufrir retrasos o incluso quedar bloqueados por completo debido a posibles riesgos de lavado de dinero asociados con ellos. Además, cabe señalar que las plataformas de comercio de criptomonedas ubicadas dentro de los límites del continente deben registrar el permiso otorgado por las autoridades pertinentes antes de realizar operaciones, de lo contrario corren el riesgo de que sus actividades se suspendan indefinidamente hasta que lo hagan en consecuencia.
En conjunto, estas medidas adoptadas por Beijing proporcionan una indicación de la seriedad con la que ven las criptomonedas en la actualidad: aunque todavía están contenidas en comparación con otros países donde la tecnología blockchain ha sido ampliamente adoptada, principalmente debido a la falta de un marco regulatorio en torno a los activos virtuales, además de una creciente tasa de adopción entre las principales empresas. & Las instituciones de todo el mundo sirven como indicador claro de la dirección futura que probablemente se tomará cuando se mire hacia el futuro. Lo que nos espera en el horizonte a corto plazo. Los próximos meses. Los años.
