Criptomoneda centralizada
La criptomoneda centralizada es una forma de moneda digital controlada y administrada por una sola entidad. Esto significa que todo el sistema (desde el procesamiento de transacciones hasta la emisión de monedas) está centralizado, lo que significa que depende de una autoridad central para su funcionamiento. Muchas instituciones financieras tradicionales, como bancos y gobiernos, utilizan sistemas centralizados para gestionar sus finanzas. Las criptomonedas centralizadas son similares; sin embargo, utilizan el poder de la tecnología blockchain para realizar un seguimiento de las transacciones de forma segura y eficiente sin depender de terceros como bancos u otras autoridades.
Ventajas y desventajas de la centralización
La principal ventaja asociada con los sistemas centralizados de criptomonedas es una mayor velocidad y eficiencia en comparación con los descentralizados. Al tener todas las operaciones administradas por una entidad, estas redes pueden procesar pagos mucho más rápido que aquellas basadas en mecanismos de consenso distribuido (por ejemplo, PoW/PoS). Además, dado que solo hay una parte que controla la infraestructura de la red (el emisor), esto minimiza los riesgos potenciales de actores maliciosos que intentan interrumpir o manipular el sistema debido a problemas de coordinación entre muchos participantes diferentes repartidos en múltiples ubicaciones alrededor del mundo que pueden tener agendas contradictorias cuando se trata de decisiones sobre cómo se debe implementar un protocolo en particular en un momento dado. Además de este factor de conveniencia, también existen algunos inconvenientes: debido a que el control final está en unas pocas manos, abre mayores oportunidades para la censura que podría impedir que ciertos tipos de usuarios/transacciones sean aprobados si se consideran inapropiados dentro de las pautas establecidas por quien mantiene y ejecutar estas estructuras. Además, esto también crea un entorno en el que la confianza entre las partes involucradas se vuelve primordial a medida que los fondos de los usuarios se vuelven más vulnerables si no se observan adecuadamente las medidas de seguridad, dejándolos abiertos como vectores de ataque fuera de los procedimientos jurisdiccionales normales que normalmente se podrían proporcionar a través de los canales legales típicos que se encuentran en las configuraciones bancarias convencionales.