Trilema de la cadena de bloques
El Trilema Blockchain, también conocido como "Trilema de escalabilidad" o "Cripto-Trilema", es un concepto que describe la incapacidad de las cadenas de bloques públicas para lograr simultáneamente escalabilidad sin comprometer la seguridad o la descentralización. El término fue acuñado por el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, en 2018 y desde entonces se ha convertido en una consideración importante para los ingenieros de blockchain al diseñar nuevos protocolos.
El trilema se refiere a tres objetivos en competencia: escalabilidad, seguridad y descentralización. La escalabilidad se refiere a la capacidad de un sistema para manejar una gran cantidad de usuarios; a menudo se mide en transacciones por segundo (TPS). La seguridad requiere que los datos almacenados en la cadena de bloques permanezcan inmutables y a prueba de manipulaciones. La descentralización requiere que los nodos no estén controlados por una sola entidad, sino que estén distribuidos entre muchas entidades diferentes que no tienen privilegios especiales entre sí.
Debido a las limitaciones inherentes de las tecnologías actuales, como los algoritmos de consenso de prueba de trabajo, lograr los tres objetivos a la vez es prácticamente imposible. Por lo tanto, corresponde a los desarrolladores y diseñadores de protocolos determinar qué dos de tres deben tener prioridad sobre el tercero en función de sus necesidades específicas. Por ejemplo, Bitcoin prioriza la seguridad y la descentralización sobre la escalabilidad, mientras que proyectos como Zilliqa priorizan la velocidad sobre la seguridad y la descentralización.
En última instancia, probablemente nunca habrá una solución única para lograr un rendimiento óptimo en los tres objetivos; de ahí que este dilema siga presentando desafíos para quienes participan en el desarrollo de protocolos descentralizados en la actualidad.