Bloquear tiempo
El tiempo de bloque es la cantidad de tiempo que lleva agregar un nuevo bloque a una cadena de bloques. Es una métrica esencial que determina la rapidez con la que se confirman y agregan las transacciones a un libro mayor. Los tiempos de bloqueo varían según la criptomoneda: Bitcoin tiene un tiempo de bloqueo promedio de 10 minutos, mientras que Ethereum tiene un promedio de 15 segundos.
El término "bloque" se refiere a la estructura de datos subyacente a la cadena de bloques, que consta de lotes de transacciones válidas con marca de tiempo que están vinculados secuencialmente en bloques criptográficamente seguros mediante el uso de algoritmos de hash criptográfico. Cada bloque recién creado incluye todos los registros de transacciones anteriores junto con cualquier información nueva o actualizada, como saldos y cambios de propiedad. Como cada bloque anterior debe validarse antes de que se pueda agregar uno posterior, existe una latencia inherente asociada con la confirmación de transacciones y su adición a la cadena; esta latencia se mide como "tiempo de bloque".
Los tiempos de bloque más cortos tienen ventajas sobre los más largos en términos de velocidad; una confirmación más rápida conduce a una mayor liquidez, una mejor escalabilidad y un menor riesgo de ataques de doble gasto debido a períodos de espera más cortos entre confirmaciones (por ejemplo, si alguien le envía fondos pero gasta esos mismos fondos en otro lugar en 10 minutos). Sin embargo, los tiempos de bloque más cortos tienen un costo: requieren más recursos de los mineros para que puedan mantenerse actualizados sobre toda la actividad reciente que tiene lugar en sus respectivas redes y, al mismo tiempo, competir contra otros mineros por recompensas al extraer nuevos bloques; esto aumenta los costos generales asociados con el funcionamiento de un nodo o grupo de minería operativamente viable a largo plazo sin incurrir en pérdidas significativas debido a la presión de la competencia o al aumento de los niveles de dificultad causados por el aumento de las tasas de hash en las redes a lo largo del tiempo (por ejemplo, el algoritmo de ajuste de dificultad actual de Bitcoin). Por estas razones, es importante que los desarrolladores/partes interesadas responsables del lanzamiento/administración de criptomonedas públicas consideren los impactos tanto a corto como a largo plazo al decidir qué tipo/duración de los tiempos de bloqueo deben elegir dependiendo de sus objetivos y requisitos relacionados con el rendimiento de la red y los objetivos de seguridad en general; algunos eligen intervalos fijos independientemente de los niveles de capacidad del minero (ethereum), mientras que otros se ajustan dinámicamente en función de la potencia informática disponible en momentos determinados en el tiempo (bitcoin).
