Gestión de activos
La gestión de activos es el proceso de gestionar y optimizar una cartera de activos para lograr objetivos financieros. Esto puede incluir acciones, bonos, derivados, materias primas o criptomonedas. Los administradores de activos suelen utilizar técnicas de análisis fundamental, como pronósticos macroeconómicos y métodos de selección de valores (incluidos indicadores técnicos) para seleccionar qué inversiones deben mantenerse en una cartera de activos. El objetivo final es maximizar la rentabilidad y minimizar la exposición al riesgo mediante la diversificación en diferentes clases de activos y sectores.
En el mundo de las criptomonedas, la gestión de activos se refiere específicamente a la práctica de comprar, vender e intercambiar monedas digitales como Bitcoin o Ethereum en nombre de inversores con el objetivo de generar ganancias a través de las fluctuaciones de precios a lo largo del tiempo. Los operadores de criptomonedas pueden utilizar estrategias a largo plazo, como el promedio del costo en dólares (comprar regularmente independientemente de si los precios suben o bajan) o tácticas a corto plazo, como el comercio intradía, para obtener ganancias rápidas durante los períodos volátiles del mercado. Además de las bolsas de valores tradicionales que ofrecen tokens criptográficos para el comercio, existen intercambios de criptomonedas dedicados donde se pueden comprar/vender monedas específicas. Algunas plataformas más avanzadas incluso ofrecen apalancamiento que permite a los usuarios novatos acceder a posiciones más grandes de las que les permite su capital; sin embargo, estos productos requieren un conocimiento profundo antes de participar debido a la alta volatilidad asociada a ellos.
Un concepto importante relacionado con la gestión de activos de criptomonedas es el "almacenamiento en frío": esto significa almacenar sus claves privadas fuera de línea para que no corra ningún riesgo de que los piratas informáticos intenten robar fondos almacenados en billeteras en línea conectadas directamente a las redes de Internet. También se recomienda no mantener todo el dinero en un solo intercambio, sino distribuirlo entre varios, reduciendo el daño potencial causado por ataques de piratería contra sitios individuales.
